Como licenciado en BBAA, es inevitable que Duermevela, como cualquiera de mis novelas, lleve un sello personal: lo sensorial está presente a lo largo de la trama; involucra los cinco sentidos, y en especial, la vista. De este modo, cada escena de cada capítulo, tiene un impacto visual para el lector, convirtiendo la lectura en una experiencia inmersiva muy fluida. Cada escena ha sido a menudo visionada y descrita como una secuencia de cine que permite al lector visualizarla en detalles ambientales relevantes o sugerentes. Es fácil así imaginar el contexto y las situaciones que el lector recrea con facilidad, entrar en la piel de los personajes principales.