
RAFAEL FERNÁNDEZ CASTAÑO
Entiendo como algo natural que quien ha dedicado buena parte de su vida a estudiar y formarse (BBAA), practicar y enseñar artes plásticas y audiovisuales, se decida a escribir, y publique novelas con un componente también plástico y audiovisual.
Plástico, porque en mis novelas hay referencias a alguna obra plástica conocida, que funciona como metáfora de situación. También porque el elemento visual está muy presente, a través del color y la luz. Entran en juego, además, otros sentidos. El tacto, el olfato, los sonidos, el gusto, crean una paleta sensorial que acompaña al lector en todo momento, y le sitúa facilmente en el contexto y en la piel de los personajes.
Audiovisual, porque al crear y recrear la trama, los párrafos, las páginas y capítulos, mi mente los combierte en escenas y secuencias, como reproducidas en una pantalla de cine. En ese sentido, son novelas fonogénicas, pensadas como referente para el guión cinematográfico.