PRIMERA LÍNEA DE PLAYA

Ahora me miras. Nunca, que yo recuerde, me has mirado así. A tiempo te has dado cuenta de que leo en tu alma. Te incorporas desnuda, en tu esplendor. Te asomas al mar. Pero no, no te quedas en la orilla, quieres nadar. Detrás de nosotros se formó una lengua de agua que la pleamar ha ido llenando. Es agua mansa. Los críos juegan en ella despreocupados. Me retiraría con ellos, para no soportar el embate de las olas, para no tener que alzar murallas que veré caer. Porque  a veces no se afrontar este mar de emociones. Esta noche cenaremos en el porche, encenderás velas, y escogerás el momento oportuno para decirme que voy a ser padre. Y yo me estremeceré de nuevo, me alegraré contigo como si nada supiera. Parece inevitable: hoy me sitúo en primera línea; dejaré que este mar me anegue por completo.
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